La impresión en Full HD ha llegado para quedarse. Aunque esta tecnología lleva algún tiempo con entre nosotros, ahora es el momento que está en mayor auge debido al abaratamiento de costes en los procesos de fabricación.
Lo primero vamos a explicar que es la impresión Full HD en sus dos variables, offset e impresión Digital.
Impresión offset:
La tecnología Full HD para impresión, expone las planchas con una luz constante, a diferencia de las lámparas de otras máquinas de exposición; además, dispersa el color durante la exposición disminuyéndolo.
Una de sus ventajas es que combina la alta resolución con la exposición del UV en línea para evitar la acumulación de oxígeno, lo que permite lograr un punto plano y consistente, con una forma más definida que si se copia en un ambiente con exposición al oxígeno.
Esta tecnología está pensada para lograr mayor consistencia en las densidades de sólidos, así como para combinar distintos cambios de densidades en un mismo pliego, por ejemplo contraponer zonas de altas luces y sólidos fuertes, un proceso que se logra gracias a la utilización de microceldas.
Impresión Digital Full HD:
Para conseguir un impresión digital con la tecnología Full HD se deben combinar, entre muchas cosas, dos principalmente; una resolución de impresión de imagen muy alta de 2400 x 2400 ppp y una velocidad de transferencia de datos de 1200 x 1200 ppp. Hasta ahora la trasferencia de datos no pasaba de los 600 x 600 ppp. Al aumentar al doble la trasferencia de datos y combinándolo con una calidad de impresión altísima conseguimos una impresión Digital Full Hd y esto tan solo lo consiguen las más modernas y avanzadas maquinas de impresión Digital. Con ello conseguimos mayor definición en la impresión de fotografías, detalles absolutamente perfectos en trazos finos de tipografías y una asombrosa exactitud en los rellenos gráficos, degradados, arte lineal y el texto que construyen los diseños más perfectos.
La preparación de los archivos para su impresión en Full HD es muy sencilla, puesto que lo que tenemos es que realizar dos sencillos pasos. Lo primero es que la resolución de nuestro archivo debe de ser como mínimo de 300 pixeles / pulgada, el espacio de color debe ser CMYK y por último eliminar cualquier perfil de color que pueda incrustarse por defecto. Una vez realizados estos pasos nos queda la segunda parte; desmarcar la casilla ‘Remuestrear la imagen’ y cambiar la resolución a 300 pixeles/pulgada.
Con estos dos sencillos pasos ya tenemos preparado el archivo para la impresión Full HD.